El crecimiento económico/21: entre el optimismo gubernamental y la tozudez de los indicadores económ
El 14 de Febrero/22, el Presidente de Colombia anunció en el marco de una visita de carácter multipropósito a Francia, Bruselas y Países Bajos que Colombia había logrado el mayor crecimiento económico de su historia, con un estimado del 10.2%. De la misma manera, el 15 de Febrero/22, el Director del Dane informó de forma oficial que, el crecimiento de la economía Colombiana para el 2021, había sido de 10.6%; y que la economía había crecido el 2.8 % de manera real.
De lo anterior, es pertinente aclarar que este crecimiento económico es un índice coyuntural que está fuertemente influido por el peor año económico de toda la historia republicana reciente (-6.8% del PIB ) en 2020. Por ello se produce un efecto rebote que tiene que ser calculado con varios ajustes. Entre ellos está la medición del crecimiento en términos realistas y su observación por estratos. Teniendo en cuenta lo anterior, el cálculo del crecimiento económico para Colombia en 2021 es tan sólo del 2% del PIB.
Por otra parte, también observamos la muy diligente labor del Señor Ministro de Hacienda de adelantar un tratado de doble tributación con Luxemburgo. Igualmente, es loable, la labor de conseguir financiación con el banco europeo de inversiones y con diversos fondos de inversión en los Estados Unidos; para actuar consistentemente con lo que el mismo estado central se propuso en el plan financiero del 2022, y respaldar financieramente la presentación de lo que será el último presupuesto de este gobierno, a presentarse el próximo 20 de Julio/22.
De la misma manera, consideramos que, hay que bajarle la emocionalidad al comité de autoaplausos del tema del Crecimiento económico/21. Pues, como lo indiqué en párrafos anteriores, es un fenómeno coyuntural que toca decantarlo y su aporte es finalmente mínimo. Lo que no podemos olvidar, es la manera tan costosa como se obtuvo ese resultado y los indicadores estructurales que realmente acompañan a ese efímero crecimiento propulsado por circunstancias transitorias.
Por lo tanto, en lo que resta de este gobierno, como en todo lo que le corresponde realizar al próximo huésped de la Casa de Nariño, no es recomendable obnubilarse con cifras que no son sostenibles. Esto por el contrario termina distrayendo la densa ruta que significa llevar a cuestas el más alto déficit externo de toda Latinoamérica (6.4 % del PIB); un déficit fiscal estimado de aproximadamente $80 billones para 2022. Una inflación de 5.6% que amenaza en convertirse del 7% en los próximos meses. Una devaluación del peso con respecto al dólar del 16%. Un aumento de la pobreza monetaria, plenamente complementada con el resultado de un índice de Gini del 53.6%. Una deuda externa del 62.8% del PIB. Así como la necesidad de recuperar más de 1.000.000 de empleos perdidos en tiempos de Pandemia que aún no se recuperan.
Hoy en día la economía colombiana está produciendo $47 billones menos que en tiempos pre-pandemia, advierte Fedesarrollo. Es urgente la recuperación de la producción y productividad en el sector real de la economía, especialmente en el campo, la ruralidad y la industria manufacturera. Pues es claro que cada vez perdemos más terreno en la rentabilidad y productividad agrícola, los jóvenes campesinos emigran de las áreas rurales, dejando al campo solo con población mayor de 50 años. Dicho fenómeno amenaza fuertemente la sostenibilidad de la productividad agrícola y de la propia seguridad alimentaria del país.
Presidente de la República y candidatos presidenciales, a trabajar con objetividad, con por lo menos 9 reformas estructurales para Colombia. Sin egoísmos, sin protagonismos, sin ambientes de polarización, sin shows mediáticos, sin corrupción, con programas de gobierno y no con disolutas y aisladas ideas. Por el contrario, se debe tener en cuenta que los verdaderos protagonistas son la satisfacción de las necesidades del pueblo y la solución a la álgida inefectividad de tipo administrativo, que por más de medio siglo ha caracterizado al liderazgo de lo público en este país.
